La nueva tecnología de los teléfonos celulares se ha convertido en un mal necesario —algunas veces rayando en la obsesión—, lo que ha generado una gran cantidad de inconvenientes.
El Manual de Urbanidad de Carreño necesita una nueva edición, corregida y aumentada, para dedicarle un capítulo especial al uso apropiado de este pequeño aparatico que se usa en cualquier funeral en misa, en actividades científicas y académicas, en teatros y salas de cine, en actos públicos, en consultas médicas o de cualquier tipo, en reuniones importantísimas, en la iglesia, en reuniones sociales, etc. Ya el tiempo no nos pertenece a nosotros, ni a nuestra familia: ¡nos hemos vuelto esclavos de esta tecnologia!
¡Pobres de nuestros hijos! ¿Hasta dónde vamos a llegar? Por culpa del Internet, la Tv, el Wii, Xbox, Play Station, Nintendo DS, Blackberries, todos los celulares con acceso a Internet, etc., no disponen de tiempo para socializar, mientras que nosotros, por nuestra parte, nos dedicamos a hablar por celular o chatear durante el poco tiempo que deberíamos dedicar a compartirlo con ellos.
Cabe entonces preguntarnos con preocupación: ¿Qué les espera a las nuevas generaciones?
Hagamos un alto en el camino. Reflexionemos. Pongamos más atención a los valores reales, a cosas que realmente importan, como la familia, el trabajo, la salud, y mucho menos al celular o BB.
Aunque este aparato es sin duda un importante avance tecnológico, usémoslo apropiadamente y no permitamos que su abuso altere nuestra salud física y mental. Que no se convierta en una obsesión!
Recordemos que tales avances deben ponerse a nuestro servicio, pero nunca debemos permitir convertirnos en esclavos de los avances tecnológicos.
El Manual de Urbanidad de Carreño necesita una nueva edición, corregida y aumentada, para dedicarle un capítulo especial al uso apropiado de este pequeño aparatico que se usa en cualquier funeral en misa, en actividades científicas y académicas, en teatros y salas de cine, en actos públicos, en consultas médicas o de cualquier tipo, en reuniones importantísimas, en la iglesia, en reuniones sociales, etc. Ya el tiempo no nos pertenece a nosotros, ni a nuestra familia: ¡nos hemos vuelto esclavos de esta tecnologia!
¡Pobres de nuestros hijos! ¿Hasta dónde vamos a llegar? Por culpa del Internet, la Tv, el Wii, Xbox, Play Station, Nintendo DS, Blackberries, todos los celulares con acceso a Internet, etc., no disponen de tiempo para socializar, mientras que nosotros, por nuestra parte, nos dedicamos a hablar por celular o chatear durante el poco tiempo que deberíamos dedicar a compartirlo con ellos.
Cabe entonces preguntarnos con preocupación: ¿Qué les espera a las nuevas generaciones?
Hagamos un alto en el camino. Reflexionemos. Pongamos más atención a los valores reales, a cosas que realmente importan, como la familia, el trabajo, la salud, y mucho menos al celular o BB.
Aunque este aparato es sin duda un importante avance tecnológico, usémoslo apropiadamente y no permitamos que su abuso altere nuestra salud física y mental. Que no se convierta en una obsesión!
Recordemos que tales avances deben ponerse a nuestro servicio, pero nunca debemos permitir convertirnos en esclavos de los avances tecnológicos.
Artículo escrito por la Dra. Adriana Quintero - Especialista en Glaucoma
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