Las cejas y la frente frecuentemente son la principal preocupación de los pacientes que buscan algún procedimiento de rejuvenecimiento facial. Los cambios generados por la edad en esta parte del rostro no solo producen un aspecto de cansancio o tristeza permanente sino que también contribuyen a problemas funcionales como la obstrucción del campo visual.
A medida que la frente envejece, la ceja desciende produciendo la falsa ilusión de exceso de piel en el parpado superior. Muchas personas corrigen este defecto de manera inconsciente levantando sus cejas al arrugar la frente de manera permanente. Si este problema se trata de corregir con una simple blefaroplastia, en la cual solo se retira piel del parpado superior, el resultado final será la de un paciente con mayor aspecto de cansancio, con menos piel en el parpado, y con una gran cicatriz que se extiende a ambos lados. Adicionalmente, se pierde el estímulo para elevar inconscientemente la frente, generando un mayor descenso de las cejas y la aparición de un pliegue de piel en la parte lateral de los parpados.
Existen varias técnicas quirúrgicas para rejuvenecer la frente y las cejas. Tradicionalmente, esta cirugía se realizaba a través de una incisión que atraviesa de manera horizontal el cuero cabelludo del paciente, de una oreja a la otra, para luego levantar y estirar la frente. Esta cirugía no solo cursa con un periodo postoperatorio incómodo y prolongado, sino que también produce una gran cicatriz con zonas de calvicie y un adormecimiento permanente del cuero cabelludo. Adicionalmente, existen otras técnicas a través de incisiones en la frente o sobre la ceja, pero producen cicatrices visibles totalmente inaceptables.
En la actualidad, el rejuvenecimiento de la frente y cejas se puede realizar con una técnica endoscópica. Está cirugía está indicada en pacientes que desean elevar sus cejas, disminuir la piel que se acumula en los parpados, las arrugas de la frente, el entrecejo y las “patas de gallina.” Adicionalmente, es una excelente alternativa para aquellas personas que están satisfechas con los resultados producidos por la toxina botulínica, pero desean un tratamiento más duradero sin estar inyectándose continuamente.
La frontoplastia endoscópica es un procedimiento ambulatorio y generalmente se realiza bajo anestesia local con sedación. Se utilizan una cámara de video e instrumentos especiales que le permiten al cirujano operar a través de pequeñas incisiones escondidas en el cuero cabelludo del paciente para no causar cicatrices visibles y cambios en la sensibilidad de la cabeza. En esta técnica no solo se puede mejorar la posición de las cejas y parpados, sino que también se disminuyen las arrugas de la frente y el entrecejo ya que el cirujano puede actuar sobre los músculos y nervios que las generan. Por ser una técnica mínimamente invasiva, las molestias postoperatorias son leves y la recuperación del paciente es rápida, permitiéndole al paciente reintegrarse a sus labores cotidianas prontamente.
Dr. Francisco Montoya
A medida que la frente envejece, la ceja desciende produciendo la falsa ilusión de exceso de piel en el parpado superior. Muchas personas corrigen este defecto de manera inconsciente levantando sus cejas al arrugar la frente de manera permanente. Si este problema se trata de corregir con una simple blefaroplastia, en la cual solo se retira piel del parpado superior, el resultado final será la de un paciente con mayor aspecto de cansancio, con menos piel en el parpado, y con una gran cicatriz que se extiende a ambos lados. Adicionalmente, se pierde el estímulo para elevar inconscientemente la frente, generando un mayor descenso de las cejas y la aparición de un pliegue de piel en la parte lateral de los parpados.
Existen varias técnicas quirúrgicas para rejuvenecer la frente y las cejas. Tradicionalmente, esta cirugía se realizaba a través de una incisión que atraviesa de manera horizontal el cuero cabelludo del paciente, de una oreja a la otra, para luego levantar y estirar la frente. Esta cirugía no solo cursa con un periodo postoperatorio incómodo y prolongado, sino que también produce una gran cicatriz con zonas de calvicie y un adormecimiento permanente del cuero cabelludo. Adicionalmente, existen otras técnicas a través de incisiones en la frente o sobre la ceja, pero producen cicatrices visibles totalmente inaceptables.
En la actualidad, el rejuvenecimiento de la frente y cejas se puede realizar con una técnica endoscópica. Está cirugía está indicada en pacientes que desean elevar sus cejas, disminuir la piel que se acumula en los parpados, las arrugas de la frente, el entrecejo y las “patas de gallina.” Adicionalmente, es una excelente alternativa para aquellas personas que están satisfechas con los resultados producidos por la toxina botulínica, pero desean un tratamiento más duradero sin estar inyectándose continuamente.
La frontoplastia endoscópica es un procedimiento ambulatorio y generalmente se realiza bajo anestesia local con sedación. Se utilizan una cámara de video e instrumentos especiales que le permiten al cirujano operar a través de pequeñas incisiones escondidas en el cuero cabelludo del paciente para no causar cicatrices visibles y cambios en la sensibilidad de la cabeza. En esta técnica no solo se puede mejorar la posición de las cejas y parpados, sino que también se disminuyen las arrugas de la frente y el entrecejo ya que el cirujano puede actuar sobre los músculos y nervios que las generan. Por ser una técnica mínimamente invasiva, las molestias postoperatorias son leves y la recuperación del paciente es rápida, permitiéndole al paciente reintegrarse a sus labores cotidianas prontamente.
Dr. Francisco Montoya
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