martes, 18 de febrero de 2014

César Carriazo, Visión hacia el futuro

Este oftalmólogo sucreño acaba de recibir el Premio Nacional al Mérito Científico en la categoría de innovación. Sus creaciones han revolucionado la forma en que se tratan los problemas oculares en el mundo.

Dentro del gremio de la oftalmología, el doctor César Carriazo es considerado una eminencia.

Sin embargo, solo hasta hace un mes recibió el Premio Nacional al Mérito Científico, en la categoría de innovación, por medio de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia. Una distinción reservada solo para los grandes y que él, a sus 46 años, ya tiene entre sus logros. El galardón, que le fue entregado en una ceremonia en el Planetario de Bogotá, es el reconocimiento a toda una vida de investigaciones, descubrimientos e invenciones que cambiaron la forma de tratar los problemas oculares en Colombia.

Este sucreño de nacimiento, pero barranquillero de corazón, estudió seis años con el doctor José Ignacio Barraquer, en su clínica de Bogotá. “Durante ese tiempo desarrollamos el microquerátomo Carriazo-Barraquer, un aparato para hacer cirugía refractiva del que yo hice el primer prototipo y luego fue producido en Francia”, cuenta el especialista, que se graduó de la Universidad del Norte, en Barranquilla, donde hoy por hoy atiende consulta tres veces a la semana, opera dos y el resto del tiempo se dedica a hacer investigaciones en el laboratorio del Centro Oftalmológico Carriazo, que fundó hace 15 años con los ingresos que ganó como resultado de ese primer invento.

Entre sus demás desarrollos científicos se destacan el Carriazo Pendular, un aparato para que el paciente tenga visión supernormal, que hoy produce una multinacional alemana. También está Palk, una técnica que evita el trasplante de córnea, se hace con láser y el Tip-Chop, una máquina de ultrasonido para cirugías de las cataratas, única en el mundo. Seguramente este hombre, oriundo del municipio de San Marcos, pronto sorprenderá con otras investigaciones de las que prefiere no hablar por ahora, pero que incluyen implantes oculares de diferentes válvulas, prótesis y segmentos, entre otros.

“Hay mucho por descubrir aún. Internet es una tontería en comparación con lo que puede llegar en el futuro”, dijo a CARAS el doctor, padre de dos hijos de 19 y 15 años, apasionado por los viajes y esquiar, días después de recibir el reconocimiento a su labor profesional.

 

Artículo tomado de Revista Caras
Foto Shirley Arévalo
Edición: enero 2014
 

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