jueves, 14 de noviembre de 2013

La Diabetes y la pérdida de la visión


Se conoce como Diabetes al exceso de glucosa que puede ocasionar complicaciones cardiovasculares agudas, que por lo general terminan en amputaciones o ceguera. La Diabetes hace que el nivel de azúcar en la sangre sea más alto de lo normal, esto puede ocasionar daño en las vesículas sanguíneas y los nervios que recorren el cuerpo.

Una diabetes mal controlada puede dañar las pequeñas vesículas sanguíneas de la retina (retinopatía). La retina es la parte del ojo que es sensitiva a la luz y envía mensajes a su cerebro sobre lo que el ojo ve. Cuando las vesículas sanguíneas estan dañadas, puede gotear el fluido y causar hinchazón en la parte del ojo que permite la visión clara y definida (mácula).

Cómo debo cuidar mis ojos?
Generalmente, la retinopatía diabética afecta a ambos ojos. Las personas con retinopatía diabética a menudo no se dan cuenta de los cambios en su visión durante las primeras etapas de la enfermedad. Pero a medida que avanza, la retinopatía diabética usualmente causa una pérdida de visión que en muchos casos no puede ser revertida.
Lo más importante es examinarse los ojos regularmente por lo menos una vez al año, ya que las primeras señales de problemas pueden verse solamente por medio de exámenes especiales.

Tipos de Retinopatía diabética
  • De fondo o retinopatía diabética no proliferativa (RDNP)
    Los vasos sanguíneos deteriorados permiten un escape de fluidos de sangre dentro del ojo, depósitos de colesterol u otras grasas de la sangre pueden entrar en la retina causando:

    • Microaneurismas:
      Unas pequeñas protuberancias en los vasos sanguíneos de la retina que con frecuencia dejan escapar líquidos.
    • Hemorragias de la retina:
      Unas pequeñas manchas de sangre que entran a la retina.
    • Exudados:
      Escapes de líquido que ocasiona distorsión visual.
    • Isquemia macular: Los pequeños vasos sanguíneos (capilares) se cierran o se tapan. Su visión se torna borrosa ya que la mácula no recibe suficiente sangre para funcionar correctamente.
    Muchas personas con diabetes tienen RDNP leve, lo que por lo general no afecta la visión. Sin embargo, si su visión se ve afectada, es como resultado de un edema macular y una isquemia macular.

  • Retinopatía diabética proliferativa (RDP)
    Puede afectar la visión central como la periférica. Ocurre cuando muchos de los vasos sanguíneos de la retina se tapan impidiendo el flujo de la sangre y es cuando la retina responde creando nuevos vasos sanguíneos; sin embargo, los nuevos vasos sanguíneos también son anormales y no proporcionan a la retina con el flujo sanguíneo adecuado. A menudo, los nuevos vasos van acompañados por tejidos cicatrizados que pueden hacer que la retina se arrugue o se desprenda.

    La RDP afecta la visión de las siguientes maneras:

    • Hemorragia vítrea:
      Los nuevos y delicados vasos sanguíneos sangran dentro del vítreo, bloqueando el acceso de los rayos de luz a la retina, haciendo que usted vea algunas nuevas manchas oscuras y flotantes o bloqueando su visión, permitiéndole sólo ver la diferencia entre claro y oscuro. Una hemorragia vítrea por sí sola no causa una pérdida de visión permanente. Toda vez que la sangre desaparece, la visión puede volver a su estado anterior, a menos que la mácula se haya dañado.
    • Desprendimiento de la retina por tracción:
      Cuando el tejido de una cicatriz se encoge, la retina se arruga y puede desprenderse de su posición normal. Estas arrugas maculares pueden distorsionar la visión.
    • Glaucoma neovascular:
      Si una serie de vasos de la retina se cierran, una neovascularización en el iris (la parte coloreada del ojo) puede ocurrir, los nuevos vasos sanguíneos pueden bloquear el flujo normal de líquido en el ojo. La presión en el ojo aumenta causando daños al nervio óptico.



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