Una investigadora de la Universidad de Harvard explicó por qué el gesto facial aparece y desaparece, según dónde se fije la vista del observador en el cuadro.
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La enigmática sonrisa de "La Gioconda", del célebre artista Leonardo da Vinci, es "una ilusión que aparece y desaparece debido a la peculiar manera en que el ojo humano procesa las imágenes", afirmó una investigación sobre los mecanismos de la visión, realizada por la neurobióloga Margaret Livingstone.
Dentro del Congreso Europeo de Percepción Visual, que se celebra en La Coruña, la científica argumentó que cuando en el siglo XVI Da Vinci pintó la obra, logró un efecto según el cual la sonrisa desaparece al mirarla directamente y sólo reaparece cuando la vista se fija en otras partes del cuadro.
Según la académica de la Universidad de Harvard, el artista creó esa ilusión usando "de manera intuitiva" trucos que ahora comienzan a tener base científica.
La teoría de Livingstone se apoya en el hecho de que el ojo humano tiene una visión central, muy buena para reconocer los detalles, y otra periférica, mucho menos precisa, pero más adecuada para percibir las sombras.
"Da Vinci pintó la sonrisa de "La Gioconda" usando unas sombras que vemos mucho mejor con nuestra visión periférica", afirmó.
Para verla sonreírPor eso, para ver sonreír a "La Gioconda" hay que mirar a los ojos de la mujer o a cualquier otra parte del cuadro, de modo que sus labios queden en el campo de visión periférica.
Tras publicar su teoría de que la expresión se debe a que la visión central tiene más alta resolución que la periférica, la especialista ahora estudia por qué tantos genios de la pintura tenían alguna deficiencia visual.
La investigadora tomó el ejemplo del pintor holandés Rembrandt (1606-1669), cuyo estrabismo reducía su capacidad para ver en tres dimensiones, lo que, en su opinión, fue beneficioso porque "tener una pobre percepción de la profundidad puede ser una ventaja en una profesión en la que el objetivo es plasmar el mundo tridimensional en un lienzo plano".
Livingstone añadió que no trata de "desmitificar el arte", sino de explicar científicamente unas técnicas que los artistas han venido usando de manera intuitiva desde hace mucho tiempo.
Otros ejemplos
Pintores como: Escher, Salvador Dalí, Giuseppe Arcimboldo y Marcel Duchamp han
aprovechado las ilusiones ópticas, aplicando la perspectiva en sus obras.